miércoles, 13 de abril de 2016

Día internacional del Beso, ESPECIAL BESOS

El 13 de abril de cada año, se celebra el Día Internacional del Beso, una fecha que surgió gracias al beso más largo de la historia, que duró 58 horas 35 minutos y 58 segundos. En muchas ciudades, diversos tipos de concursos se organizan este día, principalmente aquellos en los que los participantes deben establecer registros de besos.
La foto del beso de Times Square de Victor Jorgensen
La foto del Beso de Times Square de Victor Jorgensen
El precio de un beso. Cada vez que nos besamos con pasión transferimos masivamente a nuestra pareja ( o no) y ella a nosotros una gran cantidad de microorganismos. Esta ha sido la conclusión del último estudio llevado a cabo por la Organización de Investigación Científica Aplicada (TNO) de Holanda y que recoge la revista Microbione.

No todas las personas tenemos el mismo tipo de microorganismos viviendo en el interior de nuestro cuerpo (que nos ayudan a digerir la comida o a prevenir enfermedades), ya que la genética, la alimentación o la edad influyen en el microbioma (comunidad de microorganismos) de cada individuo. La boca es la zona de nuestro organismo en la que más tipos de bacterias pueden vivir (hasta 700 variedades) y su variedad depende también de las personas con las que más tiempo pasamos.

Para su experimento, los investigadores pidieron a 21 parejas que cumplimentaran un cuestionario sobre su comportamiento afectivo, sobre todo en lo referente a los besos. Tras esto, tomaron muestras de las bocas (de la saliva y de la lengua) de todos ellos para analizar la composición exacta de la microbiota de cada uno. Los resultados revelaron que cuanto más se besaba una pareja (al menos nueve veces al día), más similares eran sus comunidades de bacterias. De hecho, tras cada beso con intensidad, los científicos descubrieron que se transferían unos 80 millones de bacterias.

el beso gustav klimt
El Beso de Gustav Klimt
“Los besos más íntimos implican un contacto pleno de las lenguas y un intercambio de saliva que constituye un comportamiento único en la naturaleza y que resulta común en el 90% de las culturas conocidas. Las explicaciones habituales de la función que desempeñan los besos entre los humanos asignan, normalmente, un papel muy importante al microbiota presente en la cavidad oral, aunque los efectos exactos de esos besos nunca habían sido estudiados. Nosotros queríamos averiguar hasta qué punto las parejas comparten su microbiota oral. Y resulta que, cuanto más se bese una pareja, más similares serán sus comunidades bacterianas”, afirma Remco Kort, líder del estudio.
Aunque se suele usar la expresión “intercambio de fluidos” para referirse al coito, es en realidad en el beso profundo donde se produce esa mezcla bioquímica que puede llevar a las personas a un estado de conciencia alterado.
Dice la profesora de la Universidad de Texas Sheril Kirshenbaum que “el primer beso es una de las experiencias vitales más recordadas –por encima incluso de la primerarelación sexual–”.
Beso de Elvis Presley y Barbara Gray
El Beso de Elvis Presley y Barbara Gray

Y es que en este acto se libera dopamina, un neurotransmisor que genera una necesidad imperiosa de estar al lado de la persona deseada y produce esa sensación de ingravidez característica. Además, la citada científica menciona en su libro La ciencia del besar otras hormonas que intervienen en esta actividad, como la adrenalina y la noradrenalina, que suben la tensión y el ritmo cardíaco y nos hacen sentir estimulados, metidos de lleno en el presente, en el aquí y ahora.

Por su parte, la oxitocina provoca una fuerte sensación de apego y de unión duradera con la pareja, y la testosterona aumenta el deseo y las ganas de más. Ya no basta con el placer que se experimenta, pues queremos ir más allá. Y no solo son las hormonas. En los labios hay muchas terminaciones nerviosas que conducen a estímulos agradables.

El beso es la forma de conocimiento bioquímico más profunda, como explica Kirshenbaum: se intercambian cientos de miles de bacterias y microorganismos diferentes, se queman quince calorías en unos minutos, se activan unos cuantos músculos y, si la cosa funciona, se liberan endorfinas en tal cantidad que el resultado inevitable es esa sensación de estar flotando en una burbuja fuera del mundo.

Besar es todo un arte, pero también tiene su propia ciencia. Se llama filematología, y las últimas investigaciones en esta disciplina revelan que intercambiar saliva nos ayuda a escoger la pareja más adecuada. A BESARSE!!!!
Beso de La Dama y el Vagabundo de Disney
El Beso de La Dama y el Vagabundo de Disney

Según explicaba la neurocientífica Wendy Hill durante una reciente reunión de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), las sustancias químicas que contiene la saliva nos ayudan a evaluar a una posible pareja para decidir si es la más idónea. Además, besarnos reduce los niveles decortisol, la hormona del estrés, y aumenta los niveles de oxitocina, siempre y cuando besemos a la persona adecuada. 
El Beso de Hiba Abouk y Pelayo Díaz
El Beso de Hiba Abouk y Pelayo Díaz

Helen Fisher, profesora de antropología en la Universidad Rutger y experta mundial en la biología del amor, también ha analizado el papel del beso, y asegura que "besar es un poderoso mecanismo de adaptación" presente en más del 90% de las sociedades humanas. Sin olvidar, añade, que "los chimpancés y los bonobos se besan, los zorros se lamen sus hocicos entre sí, las aves se picotean y los elefantes ponen sus trompas en las bocas de los otros miembros de sus manadas".

En los humanos, el beso es fundamentalmente una cuestión química, según Fisher. La saliva masculina tiene testosterona y los hombres prefieren los besos húmedos ¿ porque ? inconscientemente intentan transferir testosterona para provocar el apetito sexual en las mujeres, según la experta. Además, este tipo de besos podría ayudarles a "medir los niveles de estrógenos femeninos de su pareja, para hacerse una idea de su grado de fertilidad". En cuanto a las mujeres, el beso les sirve para detectar el estado del sistema inmune de su posible pareja y saber "cuánto se cuida".

Por otra parte, la antropóloga sostiene que existen tres sistemas cerebrales diferentes que evolucionaron en el Homo sapiens para permitir el emparejamiento y la reproducción. 
Beso de Iker Casillas y Sara Carbonero
El Beso de Iker Casillas y Sara Carbonero
  • El primero es el deseo sexual alimentado por la testosterona, tanto en hombres como en mujeres. 
  • El segundo regula el amor pasional u obsesivo y parece estar vinculado a una actividad elevada de la dopamina, un estimulante natural. 
  • El tercero, que controla el apego y permite a una pareja permanecer unida suficiente tiempo como para criar hijos, está ligado a un nivel mayor de oxitocina. 
El beso, probablemente, permite que se estimulen esos tres sistemas, concluye Fisher.
Beso invertido de Spiderman
Beso invertido de Spiderman

Los besos, los abrazos y las caricias son más importantes para los hombres que para las mujeres en una relación de pareja duradera, según revela un estudio publicado en la revista Archives of Sexual Behaviour.

Hasta ahora se creía que los hombres solían prestar más atención al sexo a la hora de valorar sus relaciones de pareja, pero investigadores del Instituto Kensey de la Universidad de Indiana (EE UU) han llegado a la conclusión de que esa visión estereotipada es errónea. Analizando a más de un millar de parejas de Brasil, Estados Unidos, Alemania, Japón y España de entre 40 y 70 años de edad, y cuya relación duraba una media de 25 años, concluyeron que los abrazos y besos hacen a los hombres más felices de lo que se pensaba. Concretamente, los varones que besan y abrazan con frecuencia a sus parejas eran tres veces más felices que el resto. Sin embargo, para las mujeres este tipo de arrumacos no influía en el grado de satisfacción en la pareja.

El estudio también revela que para las mujeres el sexo normalmente mejora con el tiempo, especialmente a partir de 15 años de relación.

En cuanto a los factores que predicen cómo de satisfechos se sienten los miembros de una pareja heterosexual (hombre - mujer), el estudio revela que para las mujeres lo principal es la duración de la relación y su propia actividad sexual. Para los hombres resulta algo más complejo, ya que contribuyen a su felicidad tanto la duración de la relación, como la salud física, la salud sexual y la satisfacción (y los orgasmos) de su pareja. 

El Beso de Pablo Picasso
Por otra parte, los datos revelan que los hombres japoneses están más satisfechos con sus relaciones que los estadounidenses, y estos a su vez manifestaron estar mejor que brasileños y españoles. Las japonesas y brasileñas declararon estar más contentas con su vida sexual que las estadounidenses.

La cultura popular dice que, mientras los latinos somos pueblos "calientes", los asiáticos son más fríos y distantes. Quizá por ello la máquina de besar ha nacido en el país del sol naciente y no en España. Este aparato creado en la Universidad de Electro-Comunicaciones de Japón consigue simular besos gracias a dos motores de rotación un software específico y dos pajitas a modo de lengua.

Todavía queda mucho trabajo que desarrollar pero en el Laboratorio Kajimoto de la Universidad de Electro-Comunicaciones de Japón ya han dado un primer paso para crear una máquina que simule besos a distancia. ¿Que tu pareja no está cerca y te apetece besarla? No te preocupes, este aparato recrea la sensación que genera un beso en la lengua.
Como explica su creador "un beso incluye elementos como el sabor, la respiración y la humedad de la lengua. Si pudiéramos recrear todo ello creo que sería un instrumento realmente poderoso".
Todavía queda mucho trabajo que llevar a cabo pero ya se ha puesto la primera piedra para crear besos virtuales lo más reales posibles.

El Beso de Auguste Rodin
El Beso de Auguste Rodin



La enfermedad del beso (omononucleosis infecciosa) es una enfermedad viral infecciosa causada por el virus de Epstein-Barr, un tipo de virus herpes que se transmite principalmente por la saliva, a través de los besos, fundamentalmente, pero también compartiendo bebidas o alimentos.

Lo cierto es que se trata de una enfermedad leve, que incluso puede pasarnos desapercibida. Sus síntomas más comunes son debilidad y cansancio, pero también puede haber fatiga, fiebre, garganta inflamada, hinchazón del hígado o incluso erupciones. La forma de detectarla es mediante un simple análisis de sangre. Actualmente no existe cura para ella.

Una vez que la persona ha sido infectada por la enfermedad del beso, tras pasar unos días con los síntomas, el virus queda almacenado durante toda la vida en el organismo, pero en modo inactivo. Es posible que el virus vuelva a reaparecer en algún momento, pero sólo si se dan características concretas que bajen nuestras defensas drásticamente, como un problema con el sistema inmunitario.

El virus de Epstein – Barr (el que provoca la enfermedad del beso) es responsable de una amplia gama de enfermedades, como el linfoma de Hodgkin y el linfoma de Burkitt. Y ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Montreal (Canadá) ha descubierto cómo éste toma el control de los mecanismos de regulación génica de nuestras células para permitir que el virus se duplique a sí mismo. El objetivo de este estudio, publicado en la revista PLOS Pathogens, es poder tratar mejor no sólo la enfermedad del beso sino también los cánceres causados por este virus.
Me das un beso?

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